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“AUMENTA NUESTRA CAPACIDAD”

“AUMENTA NUESTRA CAPACIDAD”

“Dijo además David a Salomón su hijo: Anímate y esfuérzate, y manos a la obra; no temas, ni desmayes, porque el Señor, mi Dios, estará contigo”. (1 Crónicas 28:20)

Justo antes de la muerte de David, retó a Salomón, su hijo y sucesor, con el trabajo de construir un lugar de adoración, una morada permanente para DIOS en Jerusalén. Años antes, David había querido hacerlo, pero DIOS se lo impidió mediante su profeta Natán, quien le explicó que no podría hacerlo porque siendo un hombre de guerra tenía las manos manchadas con la sangre de todos aquellos a los que había matado en la batalla.

En cambio, DIOS escogió a Salomón para hacer la obra y cumplir el sueño de David, pues él sería un hombre de paz. Por tanto, David preparó todos los bosquejos y los dibujos de construcción (planos con todas las especificaciones, en el lenguaje de construcción de hoy día), y se los dio a Salomón.

Salomón observó los dibujos; la ansiedad y la consternación lo embargaron ante la enormidad de la tarea. Nunca antes había construido algo, y mucho menos de esta magnitud. Ni siquiera era su sueño construir un templo para el SEÑOR; era el de su padre. David entendía esto, pero al conocer a DIOS como Él lo conocía y saber que Salomón era el hombre escogido de DIOS, alentó a su hijo para que recordara durante todo el proyecto que DIOS estaría con él, y dirigiría la construcción.

Además, todos los sacerdotes y los levitas estaban preparados para ayudarle. Muchos de los artesanos y constructores de Israel, e incluso de los aliados de David Hiram, el rey de Tiro, estaban preparados para proporcionar las provisiones y el trabajo necesarios para la construcción.

Salomón cumplió el sueño de su padre de construir un lugar permanente para adorar a DIOS, una de las maravillas del mundo en su época, y dio a DIOS la gloria y el crédito por su continua presencia y ayuda.

Cuando DIOS encarga un proyecto a una persona, puedes estar segura de que la equipará y la capacitará para completar la obra. Es Su promesa para todo aquel al que llama.

Amado PADRE, cuando piense que una tarea es mayor a mi capacidad, ayúdame a recordar que Tu promesa es la de capacitarnos para completar la obra, siempre para Tu gloria, pues nunca nos darás el reto sin antes habernos provisto con la fuerza y con la salida. En el nombre de JESÚS. Amén y Amén.