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“FE Y OBRAS”

“FE Y OBRAS”

“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo”.
(Romanos 5:1)

“Ciertamente la gracia de Dios los ha salvado por medio de la fe. Ésta no nació de ustedes, sino que es un don de Dios; ni es resultado de las obras, para que nadie se vanaglorie”.
(Efesios 2:8-9)

Un evangelista explicaba asi este versículo: Estamos reconciliados, tenemos la paz con DIOS solo mediante la fe, que es un don de DIOS. Nuestra salvación no se gana, no se merece, no se compra.
Un asistente, convencido de que las obras eran necesarias para ser salvos, le citó al evangelista otro pasaje de la Biblia:
“Como pueden ver, podemos ser justificados por las obras, y no solamente por la fe”.
(Santiago 2:24)
Pero…nos preguntamos… Ambas cosas son compatibles?

La Biblia es la PALABRA de DIOS, y el ESPÍRITU SANTO es su autor. DIOS no se contradice. Estos dos versículos expresan dos puntos de vista diferentes y complementarios: lo que DIOS ve y lo que pueden ver los hombres.

DIOS puede leer en nuestros pensamientos y en nuestro corazón. Él sabe si confiamos solo en la obra de CRISTO para ser salvos. Solo de esta manera, es decir, por la fe, son hechos “justos” ante DIOS. La fe es un acto de confianza en DIOS y no una simple adhesión a un conjunto de dogmas.

Para los hombres, que únicamente ven el resultado exterior de la transformación interior, las obras hacen que la fe sea visible. Las obras de un creyente son coherentes con lo que hay en su interior. Su vida cotidiana es el reflejo de su fe.

Los dos aspectos son importantes. Primeramente la fe, para echar mano del regalo de DIOS, y luego los actos, como frutos de la vida nueva con CRISTO.

Amado SEÑOR, gracias por todo lo que nos das. Gracias por el fruto de la fe. Ayudanos a que crezca dia a dia sabiendo que cuando nos falten las fuerzas, Tu nos fortaleces. Que cuando estemos tristes, Tu nos consuelas. Que cuando nos equivoquemos, Tu nos guias. Que cuando te fallamos, Tu nos perdonas. Que cuando sentimos soledad, Tu nos abrazas. Que cuando clamamos, Tu nos escuchas. Que cuando buscamos Tu Presencia, nos llenas con Tu ESPÍRITU SANTO. En el nombre de de JESÚS. Amén y Amén.