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“UNA VISITA INESPERADA”

“UNA VISITA INESPERADA”

“Zaqueo trató de mirar a Jesús pero era de poca estatura y no podía ver por encima de la multitud.”
(Lucas 19:3)

Retrocedamos unos 2.000 años y vayamos a Jericó, ciudad de Palestina, en el valle del Jordán. Zaqueo era un hombre despreciado por sus conciudadanos porque colaboraba con el ocupante romano, cobrando los impuestos para él. Deseaba ver a ese JESÚS de quien tanto había oído hablar y quien pasaba por la ciudad.

Desgraciadamente Zaqueo era de baja estatura y la multitud le impedía acercarse…Pero eso no le importó:a pesar de su rango social no dudó en subirse a un árbol para ver mejor!
Lo que Zaqueo hizo nos recuerda la actitud de algunas personas.

Están interesadas en la personalidad de JESÚS, en su historia y su doctrina, incluso ven en Él a un maestro, a alguien que hace bien a la humanidad, quizás un fundador de religión, pero no lo reconocen como el HIJO DE DIOS que vino del cielo, que ama al hombre y quiere entrar en contacto con él.

La pregunta seria???Cuál es, pues, ese velo que me esconde al verdadero JESÚS? Es el hecho de vivir sin una relación verdadera con DIOS, de negarme a reconocer que soy pecador ante él, de dudar de su amor.
JESÚS vio a Zaqueo y le dijo: “Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa.”
Zaqueo obedeció y recibió al SEÑOR con gozo. Entonces “Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa”.

Zaqueo tomó conciencia de que estaba perdido y reconoció en la persona de su visitante al Salvador, al HIJO DE DIOS que vino del cielo.

“Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.”
(Lucas 19:10)

Amado SEÑOR, gracias, porque hoy al igual que en aquel tiempo, cada uno de nosotros podemos tener un encuentro personal contigo e incluso invitarte a nuestra casa. En el nombre de JESÚS. Amén y Amén.