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“ERAN DIECISÉIS SOLDADOS”

“ERAN DIECISÉIS SOLDADOS”

“El ángel del Señor acampa alrededor de los que le temen, y los defiende”. (Salmo 34:7)

“Epafras… siervo de Cristo, siempre rogando encarecidamente por vosotros en sus oraciones”. (Colosenses 4:12)

Dos cristianos, médicos en Malasia, habían ido a la ciudad a sacar dinero del banco. Como el trayecto de regreso era demasiado largo, decidieron acampar en el camino. El lugar era frecuentado por bandidos; entonces pidieron a DIOS que los protegiese y luego se durmieron apaciblemente.
Poco tiempo después un hombre fue a recibir tratamiento al hospital de la estación misionera.

Mirando fijamente al doctor que estaba inclinado hacia él, afirmó que ya lo había visto: “Usted puso su tienda en tal colina hace unas semanas”. Para gran sorpresa del médico, el hombre continuó diciendo:
“Mis compañeros y yo los seguimos porque sabíamos que tenían dinero. Esperamos a que llegara la noche para atacarlos y robarlos, pero cuando llegamos al lugar donde ustedes acamparon, no nos atrevimos, debido a los soldados. Eran dieciséis, y todos llevaban espada”.

El médico se echó a reír afirmando que no había ningún soldado con ellos. Pero como el ladrón insistía, no lo contradijo más y concluyó que debía ser una alucinación del enfermo.

Cuando regresó a Londres y contó este incidente, alguien se acercó y preguntó qué día había sucedido esto. El médico recordó la fecha exacta; su interlocutor le dijo: “Esa tarde teníamos una reunión de oración; alguien oró muy especialmente por ustedes. Quiero precisar que éramos dieciséis”.

Amado PADRE, gracias por Tu Palabra. Esta historia ilustra el hecho de que la oración es un arma eficaz. Un cristiano de rodillas se convierte, por el poder de DIOS, en un soldado armado para el combate.
En el nombre de JESÚS. Amén y Amén.