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“APÓYATE EN EL SEÑOR”

“APÓYATE EN EL SEÑOR”

“Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas”.
(Proverbios 3:5-6)

En este pasaje hay dos palabras muy importantes “reconocer” y “caminos”. La palabra caminos en el hebreo viene de “derek” que significa vía, curso o modo de acción. La palabra reconocer viene del hebreo “yada” que se traduce como conocer a través del contacto íntimo que aplicado al contexto espiritual, sugiere una intimidad con DIOS en oración; dándonos entonces a entender que debemos reconocer o tener una relación íntima y directa con DIOS todos los días de nuestra vida, que nos conduzca a enderezar nuestro camino y a realizarnos en todos los aspectos.

Caminar en la vida cristiana requiere que nuestros pasos sean ordenados según lo que dice la Palabra de DIOS. Necesitamos de CRISTO porque es nuestra sabiduría para caminar rectamente, por eso es necesario preparar el corazón para buscar la Palabra de DIOS y cumplirla no como una obligación sino como una devoción amorosa.

Según Juan 14:23 el SEÑOR JESUCRISTO dice:
“El que me ama, mi palabra guardará; y mi padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él”. Obedecer su palabra es una respuesta al amor que le tenemos. Le amamos? Si le amamos, entonces, Él quiere intimidad con nosotros.
Así que no lo consideramos una obligación, sino un deleite.

El SEÑOR nos pide que nos fiemos de Él. Es apoyarnos en Él, que significa poner todo nuestro peso sobre algo, descansar sobre alguien, confiando en esa persona o cosa. El que confía en su propio corazón es necio. Cuando nos encontremos en situaciones problemáticas y difíciles que nos traen inseguridad y desasosiego es cuando debemos confiar de todo nuestro corazón. Nuestro DIOS es absolutamente confiable, su carácter hace que le sea imposible mentir, por eso consultémosle todo asunto de nuestra vida.
Si permanecemos en Él, nos dará sabiduría conforme a lo que necesitamos. Por eso dejemos al cuidado de DIOS nuestra familia, nuestras finanzas, nuestras relaciones, nuestras desilusiones, nuestras decisiones y nuestra salud.

Amado JESÚS, gracias por traernos a un nuevo día. Aunque el cielo esté nublado y no brille el sol, en ti confiamos y reconocemos que te necesitamos todos los días, te entregamos cada aspecto de la vida, para que endereces nuestro caminar. En el nombre de JESÚS. Amén y Amén.