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“EL NUESTRO PROTECTOR”

“El Señor es tu protector; el Señor es como tu sombra: ¡siempre está a tu mano derecha! Ni el sol te fatigará de día, ni la luna te agobiará en la noche. El Señor te librará de todo mal; el Señor protegerá tu vida”.
(Salmos 121: 5-7)

DIOS es nuestro protector y nuestro guardador. El canto de David lo presenta asi.

“El que te cuida jamas duerme” (v. 3b). Muchos niños pequeños sienten miedo en la oscuridad. Si se despiertan cuando todos los demás están durmiendo, pueden sentirse solos y asustados. Nuestro DIOS no necesita dormir; Él está siempre alerta y atento a nuestro clamor, aunque nuestros sentimientos nos digan lo contrario.

El Señor es tu protector, te librará de todo mal”(v. 5, 7) Cuando los padres tienen que dejar a sus hijos, escogen a una persona de confianza para encargarla de su cuidado; se espera que ésta los proteja y alimente. Cuánto más dedicado y capaz es nuestro PADRE CELESTIAL; además de preservarnos física y espiritualmente, controla los malos pensamientos, las palabras dañinas y el proceder incorrecto.

Su ESPÍRITU SANTO da advertencias para protegernos del mal, y también guía para que crezcamos en una dirección agradable a DIOS.

“El Señor te estará vigilando cuando salgas y cuando regreses, desde ahora y hasta siempre”(v. 8)
DIOS es soberano. Él está con nosotros siempre protegiendo, señalando el camino y enseñando. Nos acompaña y guía, aún en las tareas pequeñas que parecen insignificantes.

Cuando crecemos, muchos sentimos tristeza y un poco de temor al dejar la seguridad del hogar de nuestros padres. Pero nunca dejamos el amor y el cuidado precioso de nuestro PADRE CELESTIAL. DIOS es nuestro guardador, y Él cuida de nosotros mejor que cualquier madre o padre terrenales.

Amado PADRE, proteges mi alma de la tristeza, las preocupaciones y las angustias, guardas mi cuerpo físico y me brindas salud, porque eres mi protector y mi cuidador y en Tu infinita misericordia me guías, me acompañas y me proteges del mal. Gracias PADRE. En el nombre de JESÚS. Amén y Amén.