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“EQUILIBRIO ESPIRITUAL”

“Sed hacedores de la palabra (de Dios), y no tan solamente oidores”.
(Santiago 1:22)

Los medios de comunicación nos dan muchos consejos razonables para mantener una buena condición física: “Coma de forma equilibrada, no demasiada sal ni demasiado azúcar, ni demasiada grasa… Adapte su alimentación a su edad… Haga ejercicio”.

Podemos trasladar estos principios a la salud espiritual del cristiano; este se alimenta mediante la lectura de la Biblia. Tiene que respetar ciertos principios:

  1. Comer de forma equilibrada: Se nos recomienda variar los alimentos (verduras, harinas, productos lácteos…) para no sufrir carencias. Del mismo modo, es bueno leer toda la Palabra de DIOS. Esta contiene enseñanzas ricas y variadas. No nos limitemos siempre a los mismos textos.
  2. Ni demasiada sal, ni demasiado azúcar, ni demasiada grasa: La Palabra contiene exhortaciones, advertencias, consuelos, enseñanzas doctrinales… Si solo leemos pasajes severos, nos desanimaremos; y si nos limitamos a palabras de ánimo, correremos el riesgo de estar satisfechos de nosotros mismos. También necesitamos la sana doctrina a fin de vivir para la gloria de DIOS.
  3. Adapte su alimentación a su edad: Un niño no tiene las mismas necesidades que un adolescente, un adulto o una persona mayor. Recojamos en la Palabra de DIOS aquello que corresponde a nuestra edad espiritual.
  4. Haga ejercicio: Si alguien come y nunca hace ejercicio, su salud se verá afectada. De la misma manera, no es sano para el cristiano leer la Biblia todo el día. Debe asimilar lo que lee, ponerlo en práctica en su vida cotidiana y darlo a conocer a los que nos rodean.

Amado SEÑOR, gracias por tu Palabra. Atraves de ella es que podemos caminar victoriosos por este mundo lleno de tanta oscuridad. Danos la sabiduria que necesitamos para entender y no fallar. En el nombre de de JESÚS. Amén y Amén.