“CONTRADICCIONES”
“Así que ustedes deben obedecerlos y hacer todo lo que les digan. Pero no hagan lo que hacen ellos, porque no practican lo que predican.”
(Mateo 23:3)
La proclamación pública de mi fe determina la conducta que debo tener ante todos los que la oyen o me conocen. Todo desacuerdo entre mis actos y mis palabras deshonra al SEÑOR.
Afirmo, por ejemplo, que DIOS es TODOPODEROSO, que para mí es un PADRE lleno de amor cuyos cuidados nunca faltan…y la gente me ve preocupada, turbada y agitada…que contradicción.
Declaro que el creyente no es del mundo, que sólo es un extranjero en la tierra, pero me aferro a los bienes terrenales, busco mis comodidades, e incluso me entusiasmo con cosas que no debo…qué contradicción.
Digo que espero al SEÑOR, que Él puede regresar de un momento a otro… y hago miles de proyectos sin tenerlo en cuenta…que contradicción.
Doy gracias por la comida que está servida en la mesa y justo después me quejo del plato que tengo delante.
Hablo de la felicidad de los creyentes… y estoy triste. A mi alrededor veo personas que no conocen a JESUCRISTO… y no les muestro el camino de la salvación.
Para nuestra vergüenza, podríamos alargar la lista. No basta con reconocer estas inconsecuencias, es necesario remediarlas.
“El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama.”
(Juan 14:21)
Amado SEÑOR, ayudanos a despertar con la fuerza que viene de ti, que con oración y humildad, vivamos nuestra fe sin desfallecer. Que jamas nos avergoncemos del Evangelio. En el nombre de JESÚS. Amén y Amén