“VALLES DE BENDICIÓN”

“Si alguna vez nos sobreviene algún mal, o se nos castiga con la espada, o la peste, o el hambre, nos presentaremos ante este templo, y ante ti (pues tu nombre se halla en este templo), y clamaremos a ti por causa de nuestras aflicciones, y tú nos oirás y nos salvarás”.
(2 Crónicas 20:9)

El artista francés Henri Matisse sentía que su labor de los últimos años de su vida lo representaba mejor. En ese tiempo, ensayó un nuevo estilo, creando pinturas coloridas y de gran tamaño hechas con papel en vez de pintura. Luego, decoró las paredes de su habitación con esas imágenes relucientes. Para él, fue importante porque le habían diagnosticado cáncer y solía estar confinado en su cama.

Enfermarse, perder el empleo o atravesar situaciones angustiosas son ejemplos de lo que algunos denominan “estar en el valle”, donde los temores empañan todo lo demás. El pueblo de Judá experimentó algo así cuando supo que se acercaba un ejército. Su rey oró: “Si alguna vez nos sobreviene algún mal… clamaremos a ti por causa de nuestras aflicciones, y tú nos oirás y nos salvarás”. Y DIOS respondió: salgan mañana contra ellos, porque el Señor estará con ustedes”.

Cuando el ejército de Judá llegó al campo de batalla, sus enemigos ya se habían matado entre ellos. El pueblo de DIOS pasó tres días recogiendo las armas, la ropa y las cosas de valor abandonadas. Antes de marcharse, se reunieron para alabar a DIOS y llamaron aquel lugar el valle de “Beraca”, que significa “bendición”.
El SEÑOR puede convertir los pozos de nuestra vida en bendiciones.

Amado SEÑOR, ayúdanos a confiar en Ti en las dificultades, sabiendo que donde acaban nuestras fuerzas, empiezan las Tuyas. Danos un corazón firme y determinado para no rendirnos y dejarnos caer, cuando las circunstancias no jueguen a favor. Permítenos confiar en Tu plan de bien, de forma que podamos continuar caminando en dirección al maravilloso propósito que nos guardas. En el nombre de JESÚS. Amén y Amén.